Noviembre viste de luto a María

Es tradicional conforme se va acercando el mes de noviembre y, concretamente en los primeros días de este, que las diferentes Cofradías y Hermandades presenten a sus titulares marianas ataviadas de luto para conmemorar así el mes de los difuntos, que concretamente la Iglesia celebra su memoria el día 2 de noviembre.
 

Esta tradición tan ligada a la religiosidad popular y la cultura por el duelo y la muerte (objeto a tratar en aspectos antropológicos) y el efecto de humanizar a las imágenes sagradas, que las diferentes formas de fe, y de manera inconsciente, han ido reafirmando con el paso del tiempo, sobre todo en momentos duros como es el de la pérdida de un ser querido, han hecho que esta forma de vestir a las imágenes de la Virgen María perduren hasta hoy.

Si bien, esto tuvo como detonante la muerte de Joselito El Gallo, siendo miembro de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Esperanza Macarena de Sevilla en el año 1920. Siendo este un hecho que se volvió a repetir en ciertas ocasiones como con la muerte de Juan Manuel Rodríguez Ojeda

En Hellín, esta tradición popular tan extendida por toda la geografía Española, pero sobre todo en Andalucía, ha sabido adaptarse a las diferentes corporaciones que tienen como titular a la Santísima Virgen María en estos últimos años, tanto es así que el pasado día 1 de noviembre, coincidiendo con la Solemnidad de todos los Santos, distintas dolorosas eran presentadas ataviadas de luto.

Ntra. Sra. Del Dolor, una de las imágenes pioneras en vestir de luto por los difuntos en la ciudad de Hellín amanecía en la Capilla de los Padres Terciarios Capuchinos ataviada con el terno de luto que confeccionara María Victoria Ruiz Navarro, hace ya una década, siendo este una donación anónima para el primer besamanos en el que se expuso la imagen de la Virgen durante la jornada del Sábado Santo en el año 2010. El mismo se compone de saya y manto de terciopelo de algodón de color negro con remate de puntilla en hilo de oro por todo el perímetro del manto, mangas y bajo de la saya.

Podemos ver que la Virgen porta, en esta ocasión, un cíngulo de cordón perlé de hilo de oro entrefino acabado en borlas salido de los talleres de Charo Bernardino, que fue estrenado en Noviembre del año 2017.

Luce un tocado en tela de tipo lamé color crema con dibujos en hilo dorado en la parte del pecho y en el rostrillo.

En su mano porta un pañuelo de punto de aguja de mitad del siglo XIX donado a finales del año 2017 y estrenado en la festividad de La Candelaria en febrero de 2018. También un rosario de su ajuar en filigrana de plata y cuentas de cristal negro mate azabache.

La diadema, donación anónima, de metal cincelado con incrustaciones de nácar, de Orfebrería Jesús Domínguez de Sevilla, fue bendecida en el Septenario anual que realiza la Cofradía dentro de los cultos de Cuaresma en el año 2019, siendo estrenada en el besamanos de Sábado Santo de ese mismo año.

Finalmente, porta en el pecho su propia y característica insignia, como es el corazón traspasado por los siete puñales de dolor.

Ntra. Sra. Del Perdón, también se nos presentaba en la mañana del 1 de noviembre en su sede Canónica, la Iglesia Conventual de Franciscanos, de Ntra. Sra. De los Ángeles, ataviada con un terno de terciopelo negro de algodón compuesto por una saya lisa y cinturilla o cotilla a juego, adornada con agremanes y lentejuelas doradas. El Manto, que fuera el que portara la Virgen en la procesión del Santo Entierro cada noche de Viernes Santo, fue bordado a recorte por las Hermanas Clarisas de Hellín en los inicios de esta Cofradía.
Para completar el cambio de noviembre, porta aro de estrellas con incrustaciones de piedras preciosas, que fue donado por la antigua vestidora Dña. Rosario Alfaro y las camareras de la Virgen Dñas. Magdalena Cortijo y Dolores Rivero.

La imagen de María Santísima de las Penas ha sido la última en sumarse a esta tradición de vestir de luto por los fieles difuntos en el mes de noviembre.
La podemos apreciar con una túnica realizada y donada por Dña. Paca Torrecillas en los años 70, bordada en oro con incrustaciones de lentejuelas, con la que también suele salir en procesión la noche de Viernes Santo.
El manto de capilla, de terciopelo de algodón negro ribeteado con fleco de canutillo en oro, realizado en 1980 y la toca de sobremanto dorada datada en el año 2000.
Portan en su mano derecha rosario de filigrana con cuentas de plata donado por una feligresa de la Parroquia del Corazón de Jesús, sede canónica de la imagen.

En la Iglesia de Ntra. Sra. De los Ángeles encontramos también a Ntra. Sra. De la Caridad en la capilla de Ntra. Sra. Del Carmen, ataviada de luto desde el pasado mes de octubre en memoria de los fallecidos a causa del Covid-19, con un terno de sarga negro confeccionando en Hellín, intentando seguir el estilo del luto castellano, convirtiéndose el cambio de este mes de noviembre en un luto de hebrea acompañado por el fajín de este estilo. Porta también un aro de estrellas que fue una donación anónima de una de sus cofrades.

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